Aznalcázar

es un Pueblo español de la provincia de Sevilla, Andalucía.

Su nombre actual deriva del musulmán Hazn-Al-Kazar, que significa fortaleza del alcázar, llegando a tener en esta época moneda y fuero propios. En la época romana el pueblo era llamado Olontigí. En estos tiempos adquirió una gran relevancia, como lo demuestran los hallazgos de la necrópolis romana de Los Navarros, el puente antiguo que cruzaba el Guadiamar, así como diversas piezas de cerámica y vidrio de la época.

Gastronomía: La cocina de Aznalcázar se caracteriza por platos o Guisos típicos como: Cocidos, potajes, y pucheros, garbanzos con tagarninas, chicharos con conejo, Caldereta de liebre, alcahuciles, etc... . Es de destacar el 'Gurumelo', setas características de los pinares, que son recolectadas en muy determinadas épocas del año.

La repostería casera, transmitida de generación en generación, es en las fiestas de Navidad y Semana Santa cuando da lugar a muy diversos dulces caseros como hojaldres, roscos, pestiños y las denominadas 'hojuelas', entre otros.

Monumento:

Iglesia Parroquial de San Pablo se encuentra en la Plaza de la Iglesia, cerca de la Fuente Vieja y del Centro Cultural El Arquillo, en la localidad sevillana de Aznalcázar.

Es una de las más bellas obras representativas del mudéjar sevillano (s. XIV).

Consta de tres naves con cubierta de madera y separadas por pilares cruciformes. La cabecera de la iglesia está decorada con mosaicos del siglo XVI que alternan azulejos del XVl

Las fachadas son de época posterior (s. XVI), la principal está decorada con almenas casi renacentistas, la de la epístola tiene una excelente labor de lacería mudéjar entre el arco y el alfiz que la enmarcan. La torre mudéjar, que parece fue alminar de una antigua mezquita, está exenta de la iglesia, y el cuerpo de campanas, decorado con azulejos, pertenece al último tercio del S. XVIII.

Los artesonados y retablos de la Iglesia Parroquial de San Pablo se perdieron en un incendio en 1932.

En el interior destacan la imagen del Cristo de San Pablo (s. XVII) de estilo maniarista, magníficas obras barrocas y una importante colección de orfebrería religiosa y libros.